Un nuevo análisis de sangre rápido podría ayudar a diagnosticar accidentes cerebrovasculares más rápidamente.
Más de un tercio de los pacientes con accidente cerebrovascular se recuperan con daños mínimos o nulos, y la intervención temprana es la clave para lograrlo. Ahora, las personas que han sufrido un derrame cerebral pronto estarán en una mejor posición para recibir la atención que necesitan, cuando la necesitan, gracias a un nuevo análisis de sangre rápido que puede ayudar a diagnosticar las emergencias médicas en menos de seis horas.
“Hemos desarrollado una herramienta accesible e innovadora”, dijo en un comunicado de prensa Joshua Bernstock, autor principal del nuevo estudio que detalla la prueba.
Así es como funciona: la prueba combina biomarcadores sanguíneos con una puntuación clínica para identificar a los pacientes que sufren un accidente cerebrovascular por oclusión de grandes vasos o LVO, un accidente cerebrovascular grave que ocurre cuando se bloquea una arteria en el cerebro. En esta situación, una trombectomía mecánica es uno de los procedimientos quirúrgicos más útiles para eliminar la obstrucción y encaminar a los pacientes hacia la recuperación. Pero la ventana de tiempo marca la diferencia.
“En la atención de accidentes cerebrovasculares, el tiempo es cerebro”, explicó Bernstock, y añadió: “Cuanto antes se implemente esta intervención, mejor será el resultado para el paciente”. Se descubrió que la nueva prueba detecta accidentes cerebrovasculares del LVO dentro de las seis horas posteriores al inicio de los síntomas con más del 90% de especificidad, una innovación que podría ayudar a salvar vidas e impulsar la rehabilitación.